En Julio de 1.810 se produjo en Santa Fe un alzamiento detonado por motivos más bien triviales, cuando los hermanos criollos Francisco de Paula y Antonio Morales Galavís fueron a la casa del español José González Llorente a que les prestara un florero para adornar una mesa en que se serviría un banquete a don Antonio Villavicencio, comisario del rey que llegaba a Santa fe de Bogotá.
El español insultó a los criollos, el pueblo se enfureció y estos le dieron una paliza, y se organizó una Junta Suprema de Gobierno del Nuevo Reino de Granada, dirigida por los Criollos, que llevó a declarar Cabildo Abierto, a deponer al Virrey y a suscribir un Acta de Independencia, replicada en otras capitales y en las provincias.
En muchas ciudades empezaron a aparecer juntas que no buscaban independencia sino autonomía con respecto a España. Sin embargo, los criollos terminaron por cambiar de opinión. La proclamación de independencia formal se inició en Venezuela el 5 de julio de 1811, mientras que en la Nueva Granada, debido a la división interna que sufría, se fue realizando de manera gradual, siendo Cartagena la primera provincia en proclamar la independencia el 11 de noviembre de 1811.
El 16 de julio de 1813 siguió su ejemplo Cundinamarca y posteriormente Antioquia, Neiva y Tunja. Las independencias de estas provincias dieron inicio al primer periodo de vida independiente de la Nueva Granada, llamado Primera República, pero también conocido como Patria Boba. El origen de este nombre se debe a las dificultades que enfrentaron los criollos para lograr el gobierno del territorio y que desembocaron en una guerra civil.
Esta primera guerra civil, con la que surgió la nación, tuvo un elemento político de trasfondo: el enfrentamiento entre quienes, como Antonio Nariño, pugnaban por un gobierno centralista y los que defendían el federalismo, como Camilo Torres. Mientras en la América hispana se luchaba por la independencia, en Europa, después de la derrota definitiva de Napoleón Bonaparte en 1814, hace que Fernando VII sea repuesto en el trono español.
El monarca no se aviene a forma alguna de negociación con las antiguas colonias y se inicia la Reconquista , para eso encomendó a Pablo Morillo, quien al mando de un ejército de más de 10.000 soldados emprendió su campaña militar por Venezuela en 1815. La rápida victoria que logró en Cartagena le permitió iniciar el sometimiento del interior de la Nueva Granada.
La reconquista se facilitó en muchas regiones porque los pobladores estaban agotados por la guerra civil. En poco tiempo, los españoles volvieron a dominar el territorio granadino, con excepción de los Llanos Orientales, donde empezó el desarrollo de la tercera etapa del proceso de independencia. Tras la reconquista, vienen la cárcel o el fusilamiento de los líderes granadinos y el exilio de Bolívar en Jamaica.
Mientras Santander reorganiza en los llanos de Casanare un nuevo ejército y Páez combate en el Apure, Bolívar obtiene ayuda del régimen independiente de Haití para embarcarse de regreso, pero fracasa.
Luego con el apoyo de algunos soldados franceses y de Inglaterra, nación que aportó armas, dinero, municiones y un ejército de cinco mil hombres conocido como la Legión Británica, reinicia la guerra en el Orinoco en l.817, unificando alrededor de Bolívar el mando. Deja a Páez en Venezuela y en compañía de Santander emprende la etapa final de la independencia, combatiendo a los españoles en la batalla definitiva del Pantano de Vargas, de la que José María Barreiro, jefe de las tropas españolas, salió debilitado. La victoria criolla fue posible gracias a la decidida participación del comandante Juan José Rondón, quien al mando de 14 lanceros atacó en el preciso momento en que los realistas estaban a punto de ganar la contienda.
La victoria en la Batalla de Boyacá, el 7 de agosto de 1819 selló la derrota definitiva del ejercito español. Días después, el ejército patriota entró en Bogotá, mientras que las tropas españolas buscaban huir a Cartagena o al sur del país. Esta batalla abrió paso para que se llevaran a cabo las campañas libertadoras de Venezuela, Quito, Perú y alto Perú.
En Diciembre de ese mismo año se crea en Angostura La Gran Colombia, formada por lo que habrían de ser luego Colombia (que comprendía entonces a Panamá), Venezuela y Ecuador, parcialmente aún bajo el dominio español. El nuevo país, con capital en Santa fe de Bogotá, quedó al cuidado del Vicepresidente Santander, mientras Bolívar proseguía la guerra.
En España, entre tanto, el reinado de Fernando VII hace crisis: el amotinamiento de Riego impedirá el zarpe de nuevas fuerzas de apoyo a la Reconquista, acelerándose así la liberación de los territorios que permanecían bajo control de la Corona. Morillo regresa a España en l.821, dejando un ejército maltrecho. San Martín, desde el Mar del Plata, ascendía victorioso hacia el Perú, donde Bolívar consigue la expulsión definitiva de los españoles en l.824. Sucre (venezolano) y Córdoba (granadino), fueron los héroes principales de la última fase de la contienda, en cuya provisión material Colombia asumió los suministros y la mayor parte de la deuda contraída con los ingleses.
El sueño bolivariano de mantener unidas las ex-colonias hispánicas tuvo un intento fallido en el Congreso Anfictiónico de Panamá (l.826). Ni siquiera la unidad de las tres naciones socias iniciales de la Gran Colombia prosperó: primero el caudillismo de Páez en Venezuela, y luego el de Flores, en Ecuador, la liquidan. Bolívar muere en Santa Marta en l.830, repudiado por sus compatriotas venezolanos y combatido en Colombia por una generación de jóvenes civilistas, contrarios a la dictadura.
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